Cuitláhuac García Jiménez.
Gobernador constitución del estado de Veracruz.
Eric Cisneros Burgos.
Secretario de gobierno.
Verónica Hernández Giadans.
Fiscal general del estado de Veracruz.
Samuel López Leza.
Director general de la policía ministerial en Veracruz.
Los elementos de la policía ministerial que conformamos la delegación zona centro Xalapa y apoyados por compañeros elementos en el resto del estado y principalmente en la zona sur, al no tener la oportunidad de manifestar los abusos de los que somos objetos de parte del segundo comandante en la zona de Xalapa Emilio Sánchez Hernández ya que nadie nos escucha, nos vemos en la necesidad de hacerlo en esta forma, como mencionamos líneas atrás, estamos cansados de los abusos del segundo comandante, quien desde su llegada nos ha impuesto una cuota mensual a jefes de grupos, con la amenaza además de cambiarnos de lugar al que no esté de acuerdo, así mismo, los días de descanso también los condiciona al grado de cobrarlos con dinero en efectivo, pero lo grave empieza, cuando nos obliga a pedirles dinero a los agraviados con el argumento de agilizar las investigaciones en las carpetas, dinero que dice tiene que llevar a la dirección con el propio director Samuel López Leza, con todo respeto señor director, no creemos que usted necesite de limosnas para sobrevivir, Emilio Sánchez Hernández, desleal policía sin ética para trabajar, también ha dejado impune muchos de los delitos que se investigan cuando es muy de su gusto cobrar cuota a presuntos señalados en investigaciones, se sabe, desde el sur del estado de dónde por cierto es originario, no es muy querido debido a su ambición por el dinero pero más grave aún anteponiendo a sus jefes superiores para los que dice el comandante, va dirigido lo recaudado, otro gusto que tiene Emilio Sánchez Hernández es el de acosar sexualmente al personal femenino a su cargo, a quienes también amenaza si por algún motivo dicen algo, de está forma con el respeto que nos merecen las autoridades nos dirigimos a ustedes, esperando ser favorecidos ya que un policía desleal y sin ética profesional no merece ser parte de una corporación policíaca mucho menos acreditada.