Samuel Aguirre Ochoa
Como ya es conocido de muchos, la pandemia de coronavirus está trayendo efectos devastadores en el terreno económico entre los sectores humildes de la población veracruzana, debido a que muchos empleados de las tiendas de conveniencia están siendo despedidos de sus empleos, a que una gran parte de la población son trabajadores ambulantes (5 de cada 10 mexicanos) y al no haber gente en circulación no hay quien les compre, a que ciertos prestadores de servicios están quebrando porque tampoco tienen ventas, es el caso de los taxistas, pequeños restaurantes y puestos de comida, a que varias pequeñas empresas de diversa índole están quebrando y al cierre de muchos centros recreativos con su respectivo despido de personal. Este fenómeno está más presente en las zonas urbanas que en las rurales en donde hasta el momento aún no se sienten mucho los efectos.
El día de hoy a partir de las 2 de la tarde el Gobierno de Veracruz que encabeza el Ing. Cuitláhuac García Jiménez anunció la suspensión de labores del personal de base de su gobierno como consecuencia de las medidas sanitarias adoptadas por la pandemia, pero no hizo ningún anuncio de apoyo a todos los miles de veracruzanos afectados en su economía por este fenómeno, es decir, hasta el momento los está dejando en la total indefensión, ningún programa de apoyo, ni una despensa cuando menos, ningún estímulo fiscal ni de condonación de pago de servicios públicos. La gente está verdaderamente preocupada y en la zozobra porque avizoran que los efectos de la pandemia van para largo y que llegará el momento en que no tendrán comida en sus casas, dinero para comprar medicinas, ni para pagar los servicios de agua, luz eléctrica, teléfono o insumos como el gas para la cocina. Las colonias populares están apagadas, muertas, la gente está en sus casas y sin trabajo. En las unidades habitacionales los que tienen deudas con el Fovissste y no tienen empleo están preocupadísimos de como pagarán la letra de sus casas, de qué harán con sus hijos que no asisten a las escuelas, pues la mayoría de estos fraccionamientos no cuentan con espacios recreativos.
La única acción del Ing. Cuitláhuac García, en el que por cierto le fue bastante mal en las redes sociales, fue la transmisión en RTV de su clase de matemáticas en la que trató de explicar una ecuación cuadrática, cuando se puede resolver por factorización y cuando se tiene que usar la formula general. El 99% de los comentarios de los cibernautas fueron en contra de esta acción del gobernador, en donde le decían que su función era gobernar y que se pusiera a resolver los problemas de Veracruz y en particular el asunto de la pandemia. En lo particular considero que este tipo de acciones son actos de simulación, hacer como que hago, pero en realidad no hago nada, tratar de engañar a la gente. Algo similar al hecho de que a toda costa están tratando de ocultar la cifra real de infectados por coronavirus, acción irresponsable y perversa.
Creo que los veracruzanos debemos exigirle al gobernador un plan de medidas concretas para ayudar a los afectados en el ámbito económico, ya que Veracruz cuenta con un Presupuesto de Egresos que debe enfocar en estos momentos a ayudar a que la gente salga de esta crisis; que no se quede en la demagogia mientras la gente padece hambre y desesperación. Pues para completar el cuadro se ha desatado la inflación en los precios de los productos de la canasta básica y en general.
Me tomé el tiempo para hacer una pequeña investigación de casos concretos en la zona norte, centro y sur del estado: Anahí Ramírez Landa vende empanadas de leche en la playa de Tuxpan, antes vendía 4 cajas llenas de éstas al día, pero en los últimos días no ha vendido nada porque había poca gente en la playa y la gente que allí estaba no le compro nada, por lo que tuvo que regresar con sus mercancías; lo mismo le sucedió a Juana Gerónimo Martínez, quien vende elotes y esquites en el centro de ésta ciudad, debido a la contingencia los retiraron y ahora anda intentando vender en la periferia pero ahí no hay quien se los compre; es el mismo caso de Celina del Ángel y su hermano Luis Daniel quienes vendían aguas de distintos sabores, para pagar sus estudios, pero ahora ya nadie se los compra.
En la capital del estado, la señora Martha Romero Negrete es comerciante de verduras en los tianguis, su sindicato ya les dijo que no podrán seguir vendiendo, por lo que tuvo que despedir a cinco empleados; las señoras Xóchitl Negrete Rebolledo y Rosario Lara García trabajan en la venta de pollo, su proveedor ya no les va a surtir porque ya no tienen permitido seguir vendiendo en su puesto; don Toño Solís García vende dulces caseros en los parques, el día de ayer los policías lo corrieron diciéndole que no podía andar en la calle; la señora Candelaria López y Elvira Castillo eran empleadas domésticas y sus patrones les pidieron quedarse en las casas de éstos durante la cuarentena si querían mantener sus empleos, pero como no pueden dejar a sus familias tuvieron que dejar sus trabajos.
En la zona del puerto de Veracruz, en Mandinga, por ejemplo, Víctor Rodríguez, quien se dedica a pescar en la laguna comentó que la cosa en la zona restaurantera está muerta, que los turistas no se acercan, por lo que los restaurantes y el personal que labora en ellos están sin empleos, que más adelante, “los que saben pescar sobrevivan y los que no van a sufrir más”.
En la zona de los Tuxtlas fue cerrado el malecón de la Laguna de Catemaco por lo que toda la actividad turística fue suspendida y perdieron su fuente de ingresos los lancheros, los tegogoleros, los vendedores de artesanías, las fondas, etc. Valentín Pelayo Villegas, vendedor de helados, tenía como puntos de venta este malecón y las escuelas, hoy ambos están cerrados. Así, en este lugar son miles los afectados. Olivia Hernández A., tiene una verdulería en el centro de Catemaco y sus ventas han bajado en 80%, por lo que dice que no le va alcanzar para el pago de rentas y servicios de su casa. En Coatzacoalcos y Minatitlán, la situación es similar a la de Tuxpan: Leticia González, vendedora de chicles y aguas en la calle, lleva dos días seguidos sin vender absolutamente nada.
La situación de los taxistas es generalizada en todo el estado de Veracruz, como el traslado de personas ha disminuido se han mermado drásticamente los ingresos para pagar la cuenta de los dueños de los taxis, no digamos ya para la de los choferes.
Estos son solo algunos ejemplos, pero en cualquier ciudad a la que vayamos nos encontraremos con la misma situación. Por lo que debe ser una exigencia de los ciudadanos veracruzanos al Gobierno de Veracruz se ponga a trabajar para instrumentar un plan económico ante la contingencia, antes de que la gente se desespere. Por esta vía yo aclaro que el Movimiento Antorchista no tiene nada que ver con los actos vandálicos de saqueo a los centros comerciales en algunos estados de la República.