VIERNES DE CRÓNICA
El Decreto del 18 de marzo de 1938 que expropió las compañías petroleras extranjeras, unificó al pueblo mexicano en torno al presidente patriota Lázaro Cárdenas que, siendo aún coronel, había sido Jefe de Operaciones Militares de la Huasteca con residencia en Pueblo Viejo, Ver. (1919-20), y de nueva cuenta, ya como general de brigada en 1925-28, por órdenes del presidente Elías Calles.
Los petroleros yanquis, ingleses y holandeses incurrían en ilícitos de distinta naturaleza: pagaban exiguos impuestos al gobierno, explotaban irracionalmente los recursos no renovables, asignaban salarios de hambre a los trabajadores mexicanos y no les otorgaban prestaciones, se apropiaban en forma brutal y sangrienta de los terrenos donde presumiblemente había petróleo, sus matones llamados “guardias blancas” cometían toda clase de atropellos y vejaciones, y sus mandos medios se conducían con insolente arrogancia.
Ya como presidente de la república,