Poza Rica, Ver. – Trabajadores del volante bloquearon los tres accesos de la ciudad para exigir que les permitan ingresar y laborar en Poza Rica. Condenaron que el alcalde Francisco Javier Velázquez Vallejo atente contra la economía familiar y la salud de las personas.
Los inconformes retomaron los bloqueos debido a que las autoridades municipales no llegaron a la reunión que tenían programado para este lunes, dónde atenderían y llegarían a nuevos acuerdos para evitar mayores pérdidas financieras entre el gremio transportista y los ciudadanos de los cincos municipios circunvecinos.
Los taxistas cerraron el paso de la carretera a Papantla, Coatzintla y Tihuatlán, como medida de presión al gobierno municipal para que retire la medida de impedir el ingreso de taxis a la ciudad petrolera.
Los taxistas inconformes reprocharon que las medidas sanitarias les han generado más pérdidas económicas aunado a la crisis que ya padecen desde hace cuatro meses tras el inicio de la contingencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19.
Uno de los ruleteros de la ruta Tihuatlán, quien se identificó como Imael Hernández, declaró que la restricción del paso a Poza Rica les ha generado atrasos en los pagos de sus cuotas diarias y los ingresos que requieren para el sustento de sus familias y para pagar los servicios públicos como la luz y el agua, principalmente.
Está situación también les ha provocado atrasos en mensualidades que tienen que pagar con los seguros vehiculares y las agencias automotrices donde tienen deudas por la adquisición de sus automóviles que están al servicio público de Poza Rica y Tihuatlán.
Mientras mantenían el bloqueo, decenas de personas se vieron obligadas a descender de los taxis y autobuses para continuar a pie hacia sus destinos dentro de Poza Rica y también aquellos que se dirigían a otros lugares.
Pero la oportuna aparición de el ex alcalde Tihuateco Gregorio Gómez y el buen diálogo entre el delegado de transporte público Poza Rica Julio César Ramos, Jesús Ortigoza Pérez delegado de tránsito, y el ING Héctor Probó lograron finalizar la pesadilla para todos los usuarios, autorizando el ascenso y descenso de los pasajeros en el parador urbano.