Por Grupo Los Diez
Poza Rica, Ver.- Mientras las familias y autoridades se resguardan de la pandemia del Covid-19, las desapariciones de personas en la zona conurbada son imparables, principalmente de jovencitas menores de 18 años de edad.
Tan sólo en los últimos seis meses de este año la Fiscalía General del Estado (FGE) tiene registrado oficialmente 28 casos nuevos de desaparición en Poza Rica, y algunos otros en Papantla y Coatzintla, de los cuales ocho corresponden a adultos mayores.
Pero las autoridades también reconocen que en el caso de las jovencitas desaparecidas, las principales víctimas son adolescentes que apenas tienen entre 12 a 17 años de edad. Han sido pocas, casi nada, las jóvenes que regresaron a casa, sanas y salvas, pues la mayoría siguen sin aparecer, dejando un gran vacío entre sus familiares y seres queridos.
La última semana de abril fue la más crítica, días rojos, porque se reportó la desaparición de cinco jovencitas en solo cuatro días, del 25 al 28 de ese mes. Hoy no se sabe nada de ellas, al igual que los más recientes que son boletinadas en las redes sociales por la Comisión Estatal de Búsqueda (CEB) de Veracruz.
No hay una explicación certera y oficial de qué ocurre con la juventud de ahora, pues no se sabe si son víctimas de trata de personas, del crimen organizado o son huidas voluntarias por conflictos familiares.
Pero lo cierto es que cuando un padre o una madre acude a la FGE a interponer denuncia por extravío, lo primero que reciben de las autoridades es un regaño y hasta insultos, acusándolos de ser alcahuetes de sus hijas, por permitir que se fueran con el novio.
Las autoridades de impartición de justicia mantienen la indolencia, el desinterés y la apatía por brindar una mejor atención y orientación a las personas que sufren la pérdida de un ser querido a quien no saben qué le pasó, dónde está y por qué no aparece.
Pero aparte de los casos nuevos, la FGE tiene en rezago otras 40 carpetas de investigación de casos que pertenecen a los integrantes de los colectivos de familiares en búsqueda de personas, los cuales han denunciado públicamente que en la zona conurbada se han extraviado casi 100 personas.
Pero las labores de búsqueda también están suspendidas por parte de la Fiscalía General del Estado; el motivo es proteger la salud del personal y de los propios familiares.
Las desapariciones de personas quizá no sean relevantes en un país, estado y municipio que se encuentra sumido entre la violencia y disputa de plazas por parte de grupos criminales, lo cierto es que, mientras muchas familias y hasta las autoridades se resguardan en sus casas para no contraer el coronavirus, en alguna parte de la ciudad, un menor de edad, joven o adultos mayor desaparece.